Hace 5 años, la hija de un amigo pasaba horas frente a su móvil grabando coreografías mientras hacía lipsync (es decir, hacía que cantaba sin cantar, doblando la letra). En aquel momento, me pidió que la siguiera, y entonces abrí una cuenta en Musica.ly, la app que años más tarde, exactamente en el 2018, se convertiría en TikTok.
Hagamos un fast forward a noviembre del 2019.
El mundo se acercaba a una pandemia que todavía desconocíamos, y TikTok se había fortalecido mucho en apenas un año. Arañándole la espalda a...