Hace unos días me reuní por primera vez con una cliente que quiere una carrera independiente. "Me cuesta pensar en cambiar porque no tengo ninguna seguridad de que me va a ir bien", me dijo. “Leí tu eBook sobre encontrar la idea de negocios y estuve hablando con algunos clientes potenciales, pero nadie me llamó todavía”.
“Ya te van a llamar cuando estés lista”, le respondí. Estoy muy segura. Porque lo único que le está faltando a mi cliente es la decisión real de querer cambiar.
Sucede que frente a la opción de quedarse en una carrera construida en una organización durante más de dos décadas, o dar un salto hacia lo desconocido aunque represente una vida mejor, es muy probable que la primera opción...